miércoles, 21 de marzo de 2007

Los Miserias (The Miseris)

Hay muchos momentos en la vida de una persona, en la que se siente estafado. En esos momentos en los que es demasiado tarde para decirle lo hijo de gran puta que es el que nos ha hecho sentir así, es entonces cuando alzas la vista y dices: he sido un pardillo. De repente te sientes diferente, alguien especial, sin embargo nos equivocamos completamente, no somos distintos, simplemente nos a tocado a nosotros por estar a la hora determinada en el lugar determinado. A todo el mundo le ha pasado alguna vez, sin embargo, también es verdad que hay gente a la que le pasa más a menudo... Amigo lector, si sientes que a ti te suele pasar de manera habitual, a partir de ahora fíjate con especial atención. Si después de contrastar ves realmente que eres más pardillo de lo que te pertenece, ¡ánimo!, piensa que tu actitud beneficia a muchas personas (en este caso persona=hijoputa).

Vamos a empezar narrando la historia de un tonto cualquiera, en un botellón cualquiera. Cualquier excusa es buena para hacer botellón, y si no tienes un duro pues con más razón. Cuando se juntan más de 4 para hacerlo, es cuando aparecen los "zorros". Estos personajes se caracterizan por tener fácilmente en la boca la frase "ponme el dinero, que luego te lo doy". Los hay muy "zorros", tan "zorros" que llegado el momento de la colecta, te sorprenden con otra frase, también digna de elogio: "tío, no tengo suelto". Lo de "tío" es algo imprescindible, es la forma de llegar al corazoncito del pardillo, de no pronunciar esa palabra el recaudador podría sentirse estafado de primeras y lo interesante es que tarde un poco en darse cuenta. Si en algún momento de tu vida has deseado sentirte estafado, timado, como un pardillo, y nunca has tenido la ocasión, con esta técnica podrás sentirlo y disfrutarlo en tus propias carnes. Solo tienes que ofrecerte voluntario para comprar algo (vasos por ejemplo) en un botellón de más de cinco personas. Ve y cómpralo. Luego, una vez en el lío, puedes ser un carroñero y un miseria, e ir persona por persona pidiendo el dinero. La otra opción es ser un poco más discreto, cuando parezca que todos pueden oírte dilo en alto, algo así como "pues son X euros de X cosa". Seguirás siendo un miseria, pero digamos que podrías pasar desapercibido. Después de esto, vendrán los honrados a darte su parte de la contribución, incluso alguno habrá que no te lo dé en calderilla, es una pena, porque a ti te encanta llevar el bolsillo lleno de céntimos. Entonces notarás que hay algún "distraído", te acercarás un poco y volverás a repetir "pues son X euros de X cosa", pero en su cara. Y es el momento estelar, en el que el "zorro" se luce con su frase: "tío, no tengo suelto" (cha channnnn). Bueno, no pasa nada, ya te lo dará otro día (jajajajajaja), seguro que ni hace falta que se lo pidas (JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA). Cuando Fiquei lea esto, seguro que da fe.

No solo puedes ser tonto con el alcohol, si te esfuerzas un poco, también puedes serlo con el tabaco por ejemplo. La técnica para lograr aprovecharse del "buen rollo" es sencilla. Como toda buena estrategia, hay que invertir un esfuerzo inicial. Primero, debes tener tu propio tabaco, y luego, como toda gran putada, debe empezar de la mano de la amistad. Entra en un grupo nuevo de amigos, cuando te apetezca fumarte un pitillo, ofrece a todo el que te rodee, no te preocupes, acabarás amortizándolo. En poco tiempo empezarás a ser correspondido, y cada vez que alguien saque del suyo, te ofrecerá a ti también. Ya ha empezado la maniobra, esto se convertirá en un mano a mano, en el que los pitillos ya no saldrán de forma individual de los paquetes (jijiji, he dicho paquete, jijiji), sino que irán administrándose por rondas. Poco a poco, iréis cogiendo confianza. Es posible llegar a un punto en el que el racionamiento se produzca de forma ordenada, es decir, una ronda cada uno. No te preocupes, puede parecer un obstáculo, pero no hay nada perdido. Como es lógico, siempre habrá alguien que se quede sin tabaco y recibirá "de gañote" hasta que vuelva a tener suministro. A estas alturas, habrá algún que otro lector que ya sepa por donde van los tiros. Efectivamente, cada vez tendrás menos tabaco, y serás más veces receptor que donante. El de las excusas es un campo casi ilimitado, y es aquí donde cada uno debéis echar mano de vuestra imaginación. Podéis ofrecer el típico: "se me ha acabado", pero poco a poco debéis ir variando. Como ejemplos ilustrativos:
  • Me he dejado el paquete en casa.
  • Me he dejado el paquete en el coche.
  • Me he dejado el paquete en clase.
  • Solo me queda uno.
  • Acabo de repartir yo.
  • Este paquete no es mío.
Os animo a que inventéis las vuestras, y las comentéis, para que entre todos podamos aprender. Alguno de vosotros, podría pensar que el fallo de esto, es que sin nadie tiene tabaco os comeréis el mono. Ahora os hablaré de la famosa "Técnica del Choto". Esta consiste en lo siguiente (la contaré en forma de novela):

Y llegó Manuel Luis y le dijo a Finidi: - ¿Tienes un pitillo, Finidi? - A lo que Finidi respondió: - Que va tío - Fue entonces cuando Manuel Luis salió de clase, se plantó en la puerta del aula pensando que era un lugar seguro. Miró hacia un lado, miró hacia el otro. Todo parecía estar en calma y despejado, por lo que procedió a fumarse el cigarro que acababa de sacar de su propio paquete.
Kamikaze_pum (Basado en historias reales).

Como habéis podido observar, el muy cabrón tenía tabaco, pero intentó aprovecharse de la buena voluntad de los demás. Por cierto, yo no fumo, aunque eso no me impide de hablar de este tema.

Y ahora vamos con un pasaje propio de la novela picaresca, que si bien no estamos en el Siglo de oro español, podemos apreciar gran parte de su esencia en este acto:

Corría una noche de verano, al contrario que Shakespeare sin sueños, pues nos dedicábamos a pasarla en vela buscando cobijo en lugares con barra y camareros (preferentemente camareras). Todo transcurría tranquilo, íbamos camino de otro de esos lugares en los que es fácil sentirte cómodo, casi como en casa, y todo por el precio de una copa. Como si el azar hubiera determinado remover sus cables, nos abordó por babor una peculiar figura. Se trataba de una mujer, con el pelo cano y el rostro "curtido" (quizá por una varicela mal curada...), sin embargo no era excesivamente mayor, quizá de unos cuarenta años. Sus palabras fueron directas y penetrantes, su manera de decirlas desvelaba su procedencia lusitana, aunque esto último lo aclaró de forma explícita: "Hola, soy portuguesa. Necesito dinero. Me he quedado sin gasolina, y tengo a mis hijos en el coche, están enfermos." Desde luego, la mala fortuna había acariciado el cuerpo de esta dama. La respuesta de Fiquei aclararía el asunto: "Pues que mala suerte, porque el otro día también me dijiste que se te había parado el coche". Entonces ella siguió su camino, sin mirar atrás. Hoy en día no es extraño verla pasear por las calles de Badajoz, sin hijos, después de tanto tiempo de sufrimiento Dios les aliviaría su enfermedad... En cuanto a ella, las acrecentadas pústulas de su rostro desvelan el tiempo que ha tenido que empujar su coche sin gasolina.

Bueno chavales, ya sabéis, si conocéis más métodos de estafa tenéis vía libre en los comentarios para explayaros lo que queráis.

lunes, 12 de marzo de 2007

El comentario borrado

Muchos de vosotros habéis preguntado por ese comentario que he borrado. No, no habla de culos y de tetas, eso puedo hacerlo yo, así que no es la razón de su supresión. Este comentario era de nuevo Spam. ¿Recordáis el anterior?, pues esto debe ser como El Spam Returns, La Venganza del Spam o Spam Balboa. Al igual que las sagas a las que recuerdan los anteriores nombre, este comentario ha suscitado una gran expectación y alboroto entre sus seguidores. Como toda segunda parte, nunca será mejor que la anterior (exceptuando Terminator 2 y poco más...), pero este tampoco se queda muy atrás. Aún siendo de menor tamaño, es capaz de albergar en estas pocas palabras sabiduría y experiencia milenaria. Como si de una fábula se tratara, nos cuenta las hazañas alimenticias de un personaje, quizá con alguna moraleja sobre nutrición. No voy a tocaros más las pelotas, aquí está el comentario que a todos os perturbaba el sueño:

"Cómo es pathetic. Él comió como un ser humano grueso que el comería. Como una mitad libra de tocino cada mañana -- no incluyendo la salchicha y los huevos él comió."

Lo firma "Anónimo", y aprovecho para recordaros a los más despistados, que cuando escribáis algún comentario, más abajo hay un hueco para poner vuestro nombre, nick o afición obscena por la que queráis que os identifiquen. Por favor, usadlo, es mejor ahí que en el comentario.

Bueno, ¿cómo se os queda el cuerpo? La impresión de leer cosas así siempre es grande, es lo que tiene ser inferiores, que es más difícil entender ciertas cosas.

Pues nada, espero que os haya gustado mucho. Personalmente opino que está a la altura de Rimas y Leyendas de Bécquer. La temática es algo distinta, Bécquer hablaba del amor y todas esas ñoñerías, y Anónimo nos presenta el tocino, sin mezclarlo con la velocidad. Sin embargo, les une la forma de expresar un mismo concepto. Y vamos, que la ortografía y la sintaxis de este supera con creces a la de Bécquer, es de una época más avanzada, vanguardista podríamos decir.